viernes, 24 de julio de 2009

23. De un poema de Eileen Myles



Tiene sombras el pasado, sombras que se arrastran
lentas y confiadas como una cabalgata
en honor de todos los paraísos que has perdido,
dejando atrás serpentinas, botellas y serrín.

El tiempo ataja a través del tiempo, juega contigo
al escondite, cuenta hasta el final, y te encuentra
debajo de la cama o metido en un armario
acurrucado como en el interior de una ballena.

Los cuerpos no perdonan, tu ángel de la guarda
se ha escapado con tu novia, y eres uno de esos hombres
que saben que el cielo y el infierno son los otros,
fantasmas que te observan desde todos los espejos.

Tus versos tienen el ritmo de una música apagada
y enciendes cada poema con la colilla de un recuerdo.
Lees palabras que te deslumbran como flashes
y luego te parecen velados negativos del futuro.

Todo está escrito y con la misma escritura.

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sábado, 11 de julio de 2009

22. Solución final



Esto no es un poema. O al menos no es un poema
sobre otro poema en el que escribes
sobre la imposibilidad de escribir. Esto es la única salida
después de tantos atajos y pasos en falso.
Cada frase cruje como esos calcetines
con los que se masturban los viejos en los asilos.
Cada frase parece la primera pero también la última,
un collar hecho con palabras que ya no cuentan,
palabras que una vez te suspendieron en el aire
como en el clímax de un ahorcado
pero que ahora te aferran al suelo y a la tierra.
¿Cómo decir “ya no te quiero /
pero siempre te querré”
en dos versos
que encierran toda la verdad
y luego arrojan la llave al abismo? ¿Cómo escribir
“todo ha terminado igual que empezó” para después borrarlo
y convertirlo en la letra pequeña que se consume sola
cuando pasamos página? Has guardado el amor
como billetes dentro de un pañuelo, dentro de un colchón,
lleno de escamas y la cocaína de todos los dedos
y todas las narices que han pasado por ellos. Y ahora,
el amor es el árbitro de un campeonato de esgrima en silla de ruedas.
El amor es un imán con una foto nuestra en la nevera.
Un juguete olvidado que meses después de Reyes
recobra la vida con un par de pilas nuevas
y se mueve por toda la casa
agitando los brazos y tropezando con todas las paredes.

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viernes, 10 de julio de 2009

21. Precuela estrenada en vídeo.



“...Y cualesquiera que sean los ríos en los que buscamos nuestro reflejo
nos vemos a nosotros mismos sólo cuando nos damos la vuelta”.

Henrik Nordbrandt


Las segundas partes nunca fueron buenas, eso ya lo sabíamos
antes de volver a encontrarnos en nuestra playa de entonces.
Hay tantas cosas que tenemos que contarnos
que acabamos sentados sobre unas viejas llantas
observando las mismas dunas de aquel verano juntos.
Es una mañana clara y tranquila. El viento juega con tu pelo.
Llevas gafas de sol, el camuflaje de quien se ha hecho inaprensible.
He tenido muchas novias desde entonces y me he acostado
con chicas que me han hecho cambiar la percepción del mundo
filtrando mis deseos como buscadores de oro en una ribera.
Tú has creído encontrar un verdadero amor
que sustituya al verdadero amor y de la experiencia
te queda un tumor benigno brillando en la palma de la mano,
interminables instantes rodeados de piernas y muñecas,
y el “aprenda las claves del dolor en dos semanas”.
Algunos cuerpos han erosionado nuestros cuerpos,
creando en nuestras almas formas de silenciosos tonos ocres,
planicies tristes, tierras deshabitadas y barrancos
desde los que esos mismos cuerpos se arrojaron.
Hace calor, se oyen a lo lejos sirenas de ambulancia,
fragor de maquinaria pesada, el centro de gravedad
de muchas otras vidas. Seguimos sin hablarnos pero los dos sabemos
que lo nuestro se ha convertido en una eternidad insalvable,
y que por mucho que me empeñe en escribir poemas
que hablan de dignidad y supervivencia, de glaciares y desiertos,
trasteros y entresuelos, y que por mucho que tú escribas
sobre esa vida que te empeñas en vivir
atravesando el infierno a cada instante, los dos sabemos
que cualesquiera que sean los rostros en los que nos busquemos
nos vemos el uno al otro cada vez que nos damos la vuelta.

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